miércoles, 29 de enero de 2014

¿Qué persona es aquella que no quiere mejorar el mundo?

Pues con Podemos, podemos mejorar el mundo... si participamos juntos. Escuchad este gran programa de hoy de Carne Cruda.

http://www.cadenaser.com/sociedad/audios/carne-cruda-24-2014-santiago-alba-pablo-iglesias-presentan-podemos/csrcsrpor/20140129csrcsrsoc_14/Aes/

sábado, 25 de enero de 2014

El Sueño de la Razón produce Monstruos

Pensar que el Capitalismo lo cambiamos conquistando el Poder Político es un tremendo error. Los bolcheviques lo hicieron y, en 1921, Lenin le espetaba a Kautsky que tenían el Gobierno del Poder, pero el Poder seguía fuera de su alcance: la Religión (sentimiento religioso), la Intelectualidad (intelligentsia), las Finanzas (bancos). Debían cambiar el sentido común del Pueblo Soviético o no cambiarían nada.

Decidieron hacerlo a través de la práctica: después del Comunismo de Guerra (1917-1922) iniciaron una política capitalista (NEP) de redistribución "para que el abrazo que los campesinos nos dieron cuando les libramos de los zares no nos lo pidan de vuelta". Funcionó y, desde 1927-1928 (más o menos, hablo de memoria) iniciaron los Planes Quinquenales de Industrialización-Colectivización dentro del proyecto de organizar una Planificación de la Economía Socialista.

Sea como fuere, funcionó... con muchos miles y cientos de miles de muertos. NO ENTRO A JUZGAR; SOLO ANALIZO COMO HISTORIADOR.

La URSS se convirtió en la 2ª potencia mundial, hizo una de las proezas más grandes de la Historia de la Humanidad al frenar él solo (él solo = el pueblo soviético) al VI Ejército Alemán en Stalingrado. Pararon al nazismo, tomaron Berlín, vencieron a Hitler. No liberaron París los norteamericanos tampoco: fueron los republicanos españoles de la columna Drone de La Nueve (División Leclerc). ¡El Guadalajara!

¿Os acordáis de esa escena final de Blade Runner? "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo", el resto ya lo sabéis. Roy Batty (el Comandante Roy) se da cuenta del significado de sus propias palabras, respeta la vida de su adversario y le salva la vida para, acto seguido, morir en paz.

El Keynesianismo cambió el sentido común, pero no cambió el sistema capitalista... y fracasó en 1973 con un Golpe terrible para Allende. En 1936 le dieron también un Golpe terrible a la República española... nos desunimos, y perdimos. Con cada crisis dan un Golpe. Con la crisis de 2007-2008 el Golpe fue "en cámara lenta" como dijo Julio Anguita (él siempre tuvo razón): nos reformaron la Constitución violando el Estado Social; el 15M ocupó las plazas preguntando, ¿por qué nos hacéis esto? Si somos EL PUEBLO (vir sind das Volk).

Nos hemos organizado lentamente en Mareas, porque la izquierda no estaba lista para hacerse 15M. Anguita lo volvió a intentar cual Cid Campeador por las playas del Frente Cívico: la unidad que sirve es la que nos une en la lucha, que dijo Celaya, podría haber pensado Julio.

La izquierda desconfió, temió que fuera una trampa. Los mass media invitaron a Pablo, Juan Carlos e Íñigo igual que en Venezuela invitaron a Chávez: para desacreditarlos. No han podido. Han vencido. Han formado Podemos. Podemos lo construirá el Pueblo desde Abajo.

ES NUESTRA ÚLTIMA OPORTUNIDAD. El nuevo fascismo social (Santos) avanza por Ucrania: van a tomar el poder por la fuerza. En Grecia la Izquierda no se unió y formaron dos partidos: SYRIZA - KKE. Perdieron de nuevo. Podemos llamar a Izquierda Unida porque Podemos necesita, debe ser, una Izquierda Unida por el Pueblo: porque la Izquierda siempre fue y siempre será el Pueblo, aunque no lo sepamos, aunque nos equivoquemos en los análisis.

Esa es la razón de que el Front National sea 1ª fuerza política en Francia para Europa. Esa es la razón del auge de la ultraderecha: un buen diagnóstico (FN, FPÖ, Jobbik, Jrisí Avgí, Partido del Pueblo de la Libertad Holandés, Liga Norte Italiana, Berlusconi... no es lo mismo todo, pero se parecen); pero fallan en el tratamiento: el tratamiento es la solidaridad, solo así ganaremos.

Este es un llamamiento que, puede parecer alarmista a quien lo vea desde fuera, pero Gramsci avisó sobre "monstruos", "crisis" e "interludios", "mundos viejos" y "mundos nuevos". Todos llevamos un Mundo Nuevo en nuestros corazones, y SOLO UNIDOS... Podemos lograrlo.

Si el capitalismo significa el triunfo de la muerte, los anticapitalistas y los antifascistas luchan por la vida. Y todos sabemos que los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos. Ahora hay más posibilidades de victoria porque estamos o vamos hacia un Mundo Multipolar. Pero para para amanecer no hacen falta gallinas (cobardes) sino cantares de gallos (atrevernos a poder y atrevernos al poder).


Las Revoluciones Sociales siempre se han hecho así... ¡No Pasarán!

viernes, 24 de enero de 2014

Crear un mundo nuevo

El problema de la economía argentina es que está demasiado financiarizada. Todo crecimiento es ficticio. Si acabasemos con la especulación, el progreso no sería tan inestable con el neoliberalismo.

Pero el neoliberalismo tiene en su ADN la inestabilidad, y eso conlleva la destrucción de los pobres, el aumento de la pobreza. Por eso es el sistema perfecto para los ricos.

Es necesario que, entre todos, construyamos un mundo nuevo. Como decía aquel spot repugnante: Juntos, somos Más.

jueves, 23 de enero de 2014

Montanelli y la Historia

Decía Indro Montanelli que lo sorprendente de la Historia de Roma no es que fuesen hombres diferentes a nosotros quienes la hicieron: eran hombres (y mujeres, añado) semejantes.

Podríamos decir, en analogía, que lo sorprendente de la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial no es que la provocasen personas diferentes a nosotros, sino personas iguales que nosotros.

¿Veis a dónde quiero llegar? Lo importante es que el cambio que queramos a hacer no lo hará gente diferente a nosotras: lo haremos nosotras mismas.

Si ellas pudieron, nosotras también Podemos.

Necesitamos hacer un mundo mejor... y lo haremos entre todos o no se hará

Un día cualquiera vi un documental: el de la chica afgana que fue portada del National Geographic. Ese documental mostraba cómo, con apenas 30 años, la mujer había envejecido hasta los 50 años.

En ese momento pensé... ¿qué demonios estamos haciendo con este mundo? ¿Por qué le hacemos eso a la gente?

Fue entonces cuando descubrí que hacía falta un cambio. Sí, un cambio pero, ¿cuál? No lo sé... pero lo descubriremos participando juntos.

Ad astra per aspera (a las estrellas a través del esfuerzo)

La fuerza de la voluntad lo puede todo.

Decía Antonio Gramsci que al pesimismo de la inteligencia hay que oponer el optimismo de la voluntad. Es decir, si tu inteligencia te dice una cosa, y tu voluntad te dice otra: haz caso a tu voluntad.

Cualquier acto nos empodera: cualquiera. Pondré unos ejemplos que todo el mundo entenderá.

Recientemente, Sandro Rossell ha dimitido de la presidencia del Barça; ¿por qué? Ficharon a Neymar por 95 millones y declararon 57 millones. Ese dinero restante no declarado a Hacienda es un delito de evasión de impuestos.

Eso es lo que todas las grandes empresas y bancos hacen siempre. ¿Y quién domina el negocio del fútbol si no son ellos?

Quiero decir que Rossell ha dimitido porque sabíamos que podíamos hacerlo dimitir por su imputación.

Pondré otro ejemplo sencillo:

El Atlético de Madrid está, con mucho menos presupuesto, haciendo frente a Barça y Real Madrid, ¿por qué? Porque se han empoderado, y saben que pueden.

Por eso defiendo con certeza que la fuerza de la voluntad es imparable. Y si sabemos que sí se puede, que Podemos y, sobre todo, si el Pueblo se mueve, moverá el Mundo.

Maquiavelo, Podemos y el cambio político

Decía Maquiavelo que para obrar el cambio político deben unirse tres factores: la Fortuna, la Virtud, la Consciencia. 

La Fortuna son las condiciones objetivas (un río que aumenta su caudal y se desborda; una situación de empobrecimiento general en España).

La Virtud son los actores políticos (la capacidad para prever que el río vaya a desbordarse, por ejemplo, construyendo antes de la inundación un dique; una organización transversal construida desde abajo como Podemos).

La Consciencia es la necesidad de sentirse rescatados (si los israelitas no hubiesen sentido la necesidad de emanciparse del Faraón, Moisés no los hubiese rescatado; si Gamonal no hubiese sentido la necesidad unir la protesta del bulevar con la protesta de la austeridad, no hubiesen conseguido nuestra solidaridad y no hubiesen vencido).

Es por ello que, a través de método científico, podemos determinar que es más que posible, probable, que se obre el cambio político.

miércoles, 22 de enero de 2014

A por ellos

¿Quién  de  ustedes  no  se  emocionó  cuando  en  Sabadell,  el  referente  de  buena  parte  de  la
izquierda (pero también un faro ético en la política viciada del Congreso), Julio Anguita dijo:
“esta noche he comenzado la guerra, el que quiera que me siga”? Añadía entre murmullos un
“y ya no hay más que hablar” con una indignación que transmitía un millón de amperios (para
los más aficionados al cine, 1’21 jigovatios).
  Y  es  que  esa  declaración  a  muchos  nos  catapultó  a  otro  tiempo.  A  un  tiempo  de
esperanza, de saber que sí se puede simplemente porque nos atrevemos a dar el primer paso
de un camino que seguro, será muy largo. Con el 15M comenzamos a preguntarnos ¿qué le
pasa  al  mundo?  ¿Qué  demonios  le  pasa  a  esta  España  mía,  tan  aquejada  de  ladrones  y
sinvergüenzas? ¿Dónde está la gente decente?
  Julio  Anguita  anticipó  la  propuesta  de  Pablo  Iglesias,  pero  su  renuncia  a  la  lucha
electoral y su renuncia a la simbología novecentista izquierda/derecha hacía dudar a muchos…
menos a los que no dudaban. El Frente Cívico Somos Mayoría (Somos Alegría, añadiría Juan
Carlos Monedero)  nació  con  la misma  expectativa  que  Podemos:  crear  un  contrapoder  que
contenga al poder.
  Podemos  va  un  paso  más  allá:  crear  un  contrapoder  popular,  transversal,  de
ciudadanos  hartos  y  de  gente  decente  que  quiera  cambiar  las  cosas  que,  participando
activamente, contrapese al poder el gobierno del poder y se lo dispute en su propio campo: en
la lucha electoral. Podemos es a la vez un contrapoder y un antipoder.
Las izquierdas españolas han tenido que despensar una derrota constante de cuarenta años y
repensar el 15M para darse cuenta de esto. Hemos recuperado la ilusión de ver cómo 50.000
personas  apoyan  un  cambio  antiausteridad  y  antineoliberal  en  menos  de  36  horas.  Hemos
recuperado la esperanza de saber que con oponernos serenamente pero con decisión a las
obras de un bulevar, un pequeño barrio donde se movilizan 10.000 personas puede doblegar
al alcalde de una ciudad que ha recibido todos los votos del mundo en las urnas. Porque el
poder político está en la institución y en la calle; pero la calle pesa más, porque hay más gente
pesando allí.
  Podemos  no  está  construido  desde  arriba:  lo  vamos  a  construir  los  de  abajo.  Pablo
Iglesias y otras personalidades de la vida pública solo son referentes de cohesión, de unidad de
la izquierda frente a la agresión de la austeridad europea… un referente de unidad en torno a
la acción.
  Ya tendremos tiempo de desarrollar teorías capaces de dividirnos. Ahora tenemos que
actuar, porque no es tiempo de recular ni de vivir de leyendas, como decía el bueno de Alí
Primera,  sino  de  echarle  valor  y  decisión  y  participación...  y  esa  energía  ciudadana
transformará  el  mundo  (pero  nosotros  vamos  a  empezar  primero  por  las  Españas  y  por
Europa).

  ¿Podemos?  ¡Claro  que  Podemos!  Solo  tenemos  atrevernos  a  poder  y  atrevernos  al
poder. ¡A por ellos! ¡Podemos!

¿Por qué podemos?

Esta es una pregunta que pretendo lanzar a todo aquel que se siente o se ha sentido atraído
por la candidatura Podemos. Este es el mensaje que nos transmite Pablo Iglesias, podemos,
claro que podemos cambiar las cosas pero, ¿por qué? La respuesta es tan sencilla que parece
absurda: simplemente porque podemos.
  ¿Es  esto  una  redundancia  absurda?  Ni  mucho  menos.  Simplemente  tenemos  que
enajenarnos  de  todo,  de  todo  aquello  que  nos  impide  actuar  sin  interrupciones  (las
convenciones sociales en su mayoría), y hacerlo sin pensar, sabiendo lo que hacemos. Es decir,
si quiero entablar una conversación con un desconocido no voy a pensar en qué le tengo que
decir y cómo lo tengo que decir, cuándo decirlo y sobre qué hablar. Directamente hablo de lo
primero que se me ocurre. ¿O no es así?
  Cuando  queremos  iniciar  un  proceso  de  transformación  social  es  más  complejo;
porque  no  somos  una  sola  persona:  somos  una  sociedad.  Una  sociedad  entera  que  debe
olvidar  que  no  puede  cambiar  las  cosas,  que  la  participación  no  sirve  para  nada  porque
siempre  ocurre  algo  que  hace  retroceder  esa  conquista  social.  Es  falso.  Si  perdemos  esas
conquistas  sociales  precisamente  es  como  consecuencia  de  que  dejamos  de  entender  que
basta  con  dar  un  paso  adelante  para  empezar  a  caminar:  cualquier  paso,  cualquier  pie,
cualquiera.
  No importa por dónde empecemos la Revolución. No importan los debates teóricos
sobre  la  dictadura  del  proletariado  o  los  problemas no  solucionados  de  la modernidad.  Ese
bagaje intelectual es necesario para hacer coherente la acción. Pero la acción misma es la que
forma a la teoría, y no al revés. Por ello Lenin decía: una acción es más importante que mil
teorías.  La  acción  proporciona  el  marco  para  generar  pensamiento.  Todo  el  análisis  de  la
Revolución  Bolivariana  no  surge  del  éter,  surge  de  la  acción  que,  sin  importar  su  orden  de
prioridad, inició Hugo Chávez.
  Como no sabían que era imposible, lo hicieron diría Jean Cocteau. Palabra repetida por
nuestro  archiquerido  Juan  Carlos  Monedero.  Olvidémonos  de  lo  que  es  imposible,
simplemente  hagamos  todo  lo  que  esté  en  nuestras  manos.  No  ocurra  que  por  creer  que
puedes hacer poco no hagas nada. Celaya lo dijo de otra manera: cada cual en su faena porque
en esto no hay suplentes.
  Somos  todos  titulares  de  un  equipo  que  es  la  sociedad;  la  sociedad  que  ha  estado
ausente  de  la  vida  pública  desde  que  se  instauró  el  Régimen  del  78.  Cortemos  el  nudo
gordiano  con  la  espada,  no  pensemos  en  desenredarlo,  porque  no  lo  conseguiremos.  Si
interiorizamos esta explicación, este equipo social ganará el partido de la Revolución.
  Eso es lo que significa el optimismo de la voluntad y el pesimismo de la inteligencia de
Gramsci; si solo pensamos las cosas, todo saldrá mal, habrá mil puntos de vista donde discutir
y  dividirnos.  Si  nuestra  voluntad  es  el  cambio,  con  empezarlo,  lo  iniciaremos  y  lo
conseguiremos: ganaremos.
  Ganaremos…